lunes, 24 de septiembre de 2007

Londres







Estas son algunas de las fotografias que hice este verano en Londres. Me gustaría haber conseguido plasmar de forma más lograda la mágia de esta ciudad aunque las mejores fotografias las tengo en mi mente y no en la cámara.

Lo mejor, cuando al cabo de media hora de estar mirando un mapa y no conseguir orientarme, he respirado hondo, lo he guardado en mi mochila, y he empezado a perderme por las calles de la ciudad. Algunas veces no llegué a ninguna parte; otras, me topé con los rincones más especiales y los personajes más interesantes.

lunes, 2 de julio de 2007

Bon voyage!

















































Esto es un regalo de despedida para una amiga muy grande a la que voy a echar muchísimo de menos. Es una cajita de madera decorada con acrílico y tinta china. Las ilustraciones están inspiradas en los dibujos del libro de Tim Burton La melancólica muerte del niño ostra. La he hecho con mucho cariño para que se la lleve consigo en el gran viaje que va a emprender. Te deseo lo mejor, Karen!

viernes, 29 de junio de 2007

La Mosca

1. Vivo en una gran ciudad rodeada de calles y edificios aparentemente poblados aunque vacíos en el fondo. Por la calle los individuos se codean unos con otros, todo el mundo con la misma expresión pintada en la cara bajo la cual se ocultan las personas de verdad, todo el mundo hipnotizado con la mirada fija hacía delante como si hubiera un objetivo que cumplir y en ello les fuera la vida.

2. Me desperté con la sensación de tener las sábanas pegadas a mi cuerpo húmedo de sudor. El ambiente estaba estancado y se mezclaban distintos olores desagradables.
Me costó cierto esfuerzo despegar los párpados y visualizar algo de lo que me rodeaba. Me dolía la cabeza y me sentía desorientada. Tardé unos segundos en recordar donde estaba y en el dramático giro que había dado mi vida hacía unos meses. Los primeros días aún me despertaba con la esperanza de haber tenido únicamente una horrible pesadilla pero ahora ya me empezaba a hacer a la idea que vivía en ella.

3. De repente el sutil zumbido de una mosca empezó a retumbarme los oídos. Debía haber aparecido atraída por el olor putrefacto de la habitación en la que vivía atrapada. En estos últimos meses no me había molestado en poner orden a nada así que la habitación empezaba a tener un aspecto acogedor para moscas y otro tipo de insectos.

4. Abandoné la cama porqué aquél estúpido insecto me estaba incordiando y mi dolor de cabeza aumentaba en proporción directa con el volumen del zumbido. De tener fuerzas y ganas habría intentado acabar con su corta vida aplastándola contra la pared pero apenas conseguía mover los brazos para ahuyentarla durante breves segundos.

5. Me encendí un cigarrillo. Notaba el alcohol en mi aliento, como si la gran cantidad que había ingerido la noche anterior aún estuviera bajando por mi esófago. La verdad es que no me apetecía este cigarro pero supongo que mi cuerpo necesitaba la nicotina y no encontraba motivos para negársela.
En pocos instantes mi nueva inquilina consiguió convertirse en la protagonista del caos que reinaba mi cabeza.

6. Me levanté enfurecida. Aquél insignificante ser vivo sin cerebro estaba consiguiendo desbordar mis nervios. Había conseguido que entrara en su jueguecito. Ella se abalanzaba sobre mí y por mucho que la espantaba se alejaba la mínima distancia y, como si siguiera una órbita predefinida, volvía a intentarlo.

7. Me sentía agotada. Me desplomé en el suelo, derrotada. Me sentía incapaz de levantarme y afrontar la vida. No podía hacerlo ni con una mosca.
La apatía que había convivido conmigo estos últimos meses empezaba a abatir mi sentido común. Empezó otra vez el zumbido, más fuerte que nunca, como si saliera de mi cabeza y, a continuación, aquel ruido insustancial y monótono empezó a tomar forma de palabras.

8. Miré fijamente la mosca concentrándome en entender si realmente aquello podía estar ocurriendo.
Conseguí entender...
- Vale, esperaré...
- ¿A qué? – murmuré con voz muy débil. Hacía días que no me comunicaba con nadie y creí definitivamente que el hacerlo con un insecto era un claro indicio de mi creciente locura. Ella no contestó.
La mosca abandonó su puesto y se coló entre las rendijas de una jaula donde yacía un canario muerto. No recordaba el día que dejó de cantar.
- ¿A que esperarás? – repetí con contundencia. No obtuve respuesta; y no insistí, temiendo conocerla.

9. Fue en este instante cuando decidí salir a la calle después de todo este tiempo y abandonar aquél zulo para no regresar jamás. Era el inicio de mi segunda oportunidad.

Esta es la reinterpretación de un cuento llamado La mosca de Slawomir Mrozek. El original tiene tan solo cinco linias. El texto lo hice para un trabajo de la universidad en el que también participaron Guim y Conrad. Conrad ha hecho unas ilustraciones increibles, las podéis encontrar en su blog. Cada párrafo corresponde a una ilustración. El trabajo completo quedó genial!

jueves, 28 de junio de 2007

La vie est un éternel dimanche





















¡Aprendiendo de los grandes!
(copiado del cuadro La vie est un éternel dimanche, de Claude Monet)



Ruina Azul






















Formas oscuras a pleno sol,
sombras nocturnas se desvelan de día
ausencias de seres divagando entre la ruina
invisibles, intangibles, informes, libres...
ascendiendo hasta el punto más precioso de la vida.